Ciclotímica

¿Viste cuando estás así como que... ni vos sabes?
No quiero hablar de cosas que han pasado, por favor, ¡no!
Ya no quiero ni acordarme.
Este impulso de llorar que no puedo contener.
¿Y por qué? Si pasé unos días geniales, vacaciones necesitadas. Sin embargo, caigo en la cuenta que no queda nada.
Ni un razgo, ni un asomo de esperanza.
Las cosas no tendrían que ser así, no quiero terminar generalizando, pero llego a la conclusión de que no somos todos iguales, hay algunos peores que otros.
Y no es un problema de que las personas sean malas, a veces. En este caso, son impulsos que no medimos y las consecuencias algunos no las sabemos manejar. Otros las ignoran, y así los débiles sufren, los fuertes soportan o son indiferentes.
Hay que reconocer, soy débil, y hoy sufro.
No me arrepiento, aunque de a ratos desee que nada haya pasado, no tener un día que recordar, no tener que buscar explicaciones. Pero sé que no me arrepiento, el tren pasa una vez y me subí al vagón, aunque me hayan tirado ni bien arrancaba el camino. La caida dolió, pero no hay golpe que no se mejore con el tiempo. No me dió en ningun lugar donde no me haya golpeado antes, si me levanté una, dos, ¿por qué no me iré a levantar una tercera vez?
Yó sé que sí. Pero estamos en cuesta arriba, y volver a la estación me cuesta, todavía estoy al lado de la vía esperando que llegue ese mismo tren. Cuando logre salir de esta vía, me voy en busca de otro andén.
O manejo mi propia máquina, quizas haya alguien esperando que yo pase.
Y mi idea en este blog, no era hablar sobre mí solamente. De vez en cuando usarlo de psicologo barato, pero tampoco la emoción. ¿Y qué le voy a hacer si ultimamente necesito psicologo todos los días?
Esta pelea constante en mi cabeza es demasiado, ciclotímica: de estar bien a estar hecha mierda, de justificarlo a hecharle toda la culpa, de querer verlo a no querer que ni aparezca conectado, de pensar que lo mejor es estar como antes a sentir que no soporto volver atras, de tener esperanzas a estar resignada.